En esta travesía exploraremos los lugares más fascinantes de Transilvania, haciendo paradas en las localidades más icónicas de los Cárpatos. Empezaremos nuestro recorrido en Sinaia y su majestuoso castillo palacio de Peles, nos trasladaremos a la plaza medieval de Brasov y su renombrado castillo de Bran, para luego continuar hacia la casa natal del Conde Drácula en Sighisoara.
SINAIA: EL INICIO DE UN VIAJE APASIONANTE
Imagina un paraje idílico entre colinas y montañas, con el canto de los pájaros y el aroma de la hierba recién cortada… Así comenzamos nuestro viaje por la célebre Rumanía de los Cárpatos. Al pie de estas majestuosas montañas se encuentran diversas poblaciones turísticas que cambian su actividad según la estación. En los meses fríos, Sinaia se transforma en un centro de deportes de invierno, con sus tejados cubiertos de nieve. En verano, el verde y la luminosidad envuelven el paisaje, ofreciendo una vista espectacular.
Paseando por el parque principal de Sinaia, podemos disfrutar tanto de la naturaleza como de la arquitectura. Los edificios, desde el hotel Palace hasta el Casino de Sinaia, reflejan la opulencia de la nobleza y la burguesía. En el parque, los lugareños se reúnen alrededor de encantadores quioscos.
El monasterio, conocido como “la Catedral de los Cárpatos”, es un sitio donde residen monjes ortodoxos. Construido en 1700 por el príncipe Mihail, originalmente albergaba doce monjes en honor a los apóstoles. Aquí se conserva la primera Biblia traducida al rumano. Sin embargo, lo que más atrae a los visitantes son los frescos bíblicos en los dos templos del monasterio. Las escenas del cielo son alegres y coloridas, mientras que las del infierno están representadas en un rojo intenso, lleno de figuras diabólicas.
BRASOV: LA CIUDAD DE STALIN
Conocida como “ciudad de Stalin” durante la era comunista, Brasov es hoy una de las localidades más famosas de Rumanía por su posición estratégica en Transilvania. Los visitantes disfrutan de sus calles empedradas, callejones y casas medievales. Antes de la revuelta de 1989, era un importante enclave germano, por lo que encontramos muchas referencias a la cultura sajona. Entre sus principales atractivos están la Iglesia Negra, cuyo nombre proviene del color de la piedra tras el incendio de 1689, y la plaza principal, el vibrante corazón de la ciudad.
CASTILLO DE BRAN
Bram Stoker ubicó la residencia del Conde Drácula en el Castillo de Bran en su famosa novela de 1897, aunque nunca visitó Rumanía. Eligió este castillo por su estructura imponente. Aunque no está confirmado, se cree que Vlad Tepes solo pasó una noche en Bran. El castillo es ahora un sitio turístico rodeado de un mercado de artesanías y souvenirs.
SIGHISOARA: LA CIUDAD NATAL DE VLAD TEPES
Sighisoara, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, es conocida por ser la ciudad natal de Vlad Tepes, quien inspiró al personaje del Conde Drácula. Esta ciudad conserva uno de los cascos antiguos medievales más encantadores de Europa. Al cruzar las puertas de la ciudad amurallada, encontramos la Torre del Reloj, similar al reloj astronómico de Praga. La Plaza Celatti, usada en tiempos pasados para ferias y ejecuciones, es otro punto de interés.
SIBIU: LA CIUDAD DE LA CULTURA
Terminamos nuestro recorrido en Sibiu, una ciudad con amplias plazas y calles que invitan a pasear. En 2007, fue nombrada Ciudad de la Cultura, lo que impulsó la renovación de muchos de sus edificios históricos. La iglesia jesuita, con su impresionante torre, ofrece una vista panorámica de la ciudad desde su cima. En tierra firme, el Puente de Hierro, o Puente de las Mentiras, une dos de las principales plazas de Sibiu.
BUCAREST: LA OBSESIÓN DE CEAUCESCU
Conocida como la París del Este, Bucarest fue remodelada por el dictador Ceaucescu para parecerse a una ciudad europea. Hoy, es una ciudad vibrante y activa a todas horas. El legado de Ceaucescu incluye el impresionante Parlamento o Casa del Pueblo, el segundo edificio más grande del mundo. El casco histórico, ahora peatonal, alberga lugares de interés como un antiguo castillo de Vlad Tepes y la Posada de Manuc. Bucarest también cuenta con numerosas iglesias ortodoxas y más de 30 parques públicos, siendo el Parque Herestrau el más grande y popular.
CASTILLO-PALACIO DE PELES
El castillo-palacio de Peles, rodeado de un sendero arbolado, es una maravilla arquitectónica de la monarquía rumana. Fue el primer palacio en Europa con electricidad, aire acondicionado, calefacción central y aspiradora en el siglo XIX. Cada sala tiene un estilo único, con muebles y arte de todo el mundo. Destaca el Salón Español, que recuerda al arte morisco de Granada. Las tallas de madera del techo de la entrada principal son imperdibles.